Desde muy joven, Blanca se sintió atraída por el teatro, pero su familia se opuso a que ella siguiera su vocación de actriz, hasta que en plena guerra civil pudo tomar parte en la representación de algunos autos sacramentales en Segovia, donde había sido destinado su padre.
Posteriormente se traslada a Madrid, desarrollando su carrera en el Teatro María Guerrero, de la mano de Escobar y más adelante en el Teatro Español.
Al año siguiente, en el documental de Manuel García Viñoles Boda en Castilla, premiado en el Festival de Venecia, recitó un poema.
En 1941, ya en Madrid, intervino en las películas Flora y Mariana, de José Buchs, Su hermano y él, de Luis Marquina, en la que coincidió con otra actriz vitoriana Concha Catalá, y Escuadrilla, de Antonio Román.
Ya había abandonado para entonces prácticamente su carrera cinematográfica y solo apareció esporádicamente en 1959 en la coproducción franco-española de Jack Pinoteau, junto a Darry Cowl, “Robinson et le tripor-teur”, que aquí se estrenó con el título de “¡Hola Robinson!”, junto a Alfredo Mayo, y en 1968 en Sábado en la playa, de Esteban Farré.