Jerónimo Mihura Santos
Aunque ingresó en el Cuerpo Técnico de Correos en 1922, desde siempre estuvo interesado en el cine; ya en 1929 comenzó a escribir críticas de cine para la revista La Pantalla el diario La Nación.Le fue fundamental la amistad del director Benito Perojo, con quien trabajó como ayudante y a quien ayudó en la transición al sonoro; en esas funciones viajó a París en 1930 con Perojo para trabajar en El embrujo de Sevilla; luego se empleó en los estudios CEA de la Ciudad Lineal de Madrid como director de doblaje junto a su hermano Miguel, adaptando los diálogos de muchas películas Columbia y Warner Brothers; ambos hermanos presenciaron los inicios del doblaje y demostraron su habilidad traduciendo el difícil dialecto de las películas de los Hermanos Marx.Tras la Guerra civil fue director de doblaje de los Estudios Fono-España y entre otras productoras trabajó para la barcelonesa Emisora Films.También hizo documentales de tipo religioso en su mayor parte para la productora Magister y un grupo de comedias al estilo screwball, como Castillo de naipes (1943), El camino de Babel (1945) y Mi adorado Juan (1950), donde se ataca la vida y la ética del trabajo burgueses.Terminó su carrera filmando algunos documentales para el NODO.