Biocristalización

[1]​ Esto puede ser una respuesta al estrés, una parte normal del metabolismo, como procesos que eliminan los compuestos de desecho, o una patología.

[2]​ Este proceso está mediado por la proteína Dps de respuesta al estrés y permite que las bacterias sobrevivan a ataques variados como el estrés oxidativo, choque térmico, luz ultravioleta, radiación gamma y los extremos de pH .

[3]​[4]​ Los organismos hematófagos digieren la hemoglobina y liberan grandes cantidades de hemo libre que les es tóxico.

Para evitar la destrucción por esta molécula, en algunos parásitos biocristalizan el hemo para formar hematina cristalizada: la hemozoína.

La biocristalización del hemo es inhibida por antipalúdicos de quinolina como la cloroquina.

El inhibidor de la biocristalización cloroquina se desarrolló en Alemania en la década de 1930. Durante 20 años, la cloroquina fue una "solución mágica".