Es una tarea del Eurosistema para garantizar un suministro eficiente y sin problemas del euro y para mantener su integridad a toda la zona euro.
[4] Durante sus tres primeros años de existencia, el euro era una moneda virtual porque sólo se utilizaba en contabilidad.
[7] Todos los billetes muestran puentes y arcos en un estilo arquitectónico europeo diferente; y en el caso del billete de quinientos euros, ese estilo corresponde a la arquitectura moderna (siglo XX).
[10] Ha habido allanamientos para retirar el billete de 500 euros por este motivo.
[9] Como anécdota, España, aunque inicialmente no estaba autorizada para emitir billetes de 500 euros, llegó a tener para el año 2006 en su territorio un cuarto de todos estos billetes.
[11] Sin embargo, dicha proporción descendió rápidamente desde el estallido de la burbuja inmobiliaria.
[12] La utilización del billete de 500 euros para actividades delictivas fue la razón que se esgrimió por parte del Banco Central Europeo (BCE) para no incorporar dicho billete a la segunda serie (serie Europa) de billetes de euro y comenzar su retirada.
[13] Ya que un usuario que recibe un billete falso no puede recibir ninguna compensación por él, y ante su detección, las entidades bancarias tienen orden de retirarlos inmediatamente, el BCE y los bancos centrales nacionales recomiendan estar alerta y reconocer los billetes falsos bajo el método de tocar-mirar-inclinar.
[14] El objetivo es registrar tantos datos como sea posible para conocer detalles sobre su propagación: como desde donde a donde viajan, hacer un seguimiento y generar estadísticas y rankings, como por ejemplo, en qué países hay más billetes.