Concretamente, esta técnica consiste en insertar un mensaje (oculto o no) en el interior de un objeto digital (imágenes, audio, vídeo, texto, software), un grupo de bits que contiene información sobre el autor o propietario intelectual del objeto digital tratado (copyright).
Para la extracción de la información contenida en la marca (M) o para conocer si un objeto está marcado o no con una información concreta, se necesitan ciertos datos.
Estas técnicas serán susceptibles a diversos ataques, que se diferenciarán en tipos según su objetivo: Esta todavía es una tecnología joven e inmadura que ofrece posibilidades potenciales y ventajosas a compañías de protección de datos multimedia y de derechos intelectuales (protege frente a la copia ilegal).
Es decir, cuanta más información haya, menos robusta será la marca de agua.
Actualmente, la marca de agua digital no ofrece garantías totales, ya que, como se ha visto, dichas técnicas son vulnerables a ataques malintencionados.