Bernardo Agustín de Zamora

Amigo de Antonio Tavira, era como él de ideología teológica jansenista e innovador y moderno, a juicio de Manuel José Quintana: Propuso y logró una reforma de los planes estudios en 1771 que disponía, según la naturaleza de la materia que se enseñara, la obligación y opción del aprendizaje de las lenguas clásicas.

Fue un excelente maestro, que recibía a sus alumnos en su celda para ampliar estudios y les dejaba utilizar su propia biblioteca personal, aunque tenía algunas rarezas referentes en su mayor parte a la pronunciación del griego.

En sus clases, después que los alumnos habían aprendido a declinar y conjugar, dedicaba las horas a traducir y comentar gramatical, literaria e históricamente algún texto.

Los dos últimos años de su vida faltó bastante a clase a causa de los efectos de una apoplejía, por lo cual nombró como sustituto a José Ayuso, preparándole el camino para conseguir la cátedra.

[2]​ Su obra reformadora ha sido estudiada con detalle por Gabriel Espino Gutiérrez, Luis Gil, Concepción Hernando y Antonio Astorgano Abajo.