Casimiro Flórez Canseco

Aprendió el griego con el maestro fray Bernardo Agustín de Zamora, quien lo elogia en su Gramática griega filosófica, según el sistema del Brocense (1771) y ganó por oposición la cátedra de Griego en los Reales Estudios de San Isidro en Madrid[1]​ y maestro de reputados helenistas como José Gómez Hermosilla, Saturnino Lozano y otros muchos.

En ambas, especialmente en la primera, enmendó al menos y aun tradujo de nuevo algunos lugares mal entendidos por los intérpretes antiguos.

Reimprimió asimismo la Tabla de Cebes traducida por Pedro Simón Abril, añadiendo una traducción propia del Sueño de Luciano de Samosata, única traducción suya que se le puede atribuir.

Logró Canseco que no se adoptase como libro de texto la Gramática de Cuenca, pero éste logró que el poderoso Campomanes, presidente a la sazón del Consejo de Castilla, mandase recoger todos los ejemplares existentes del folleto y prohibiese su circulación, por lo que los ejemplares existentes que han llegado hasta nosotros son escasos.

En 1815 tuvo que dejar Caseco su cátedra de griego por haber vuelto los jesuitas y falleció poco después.