Fue también la primera experiencia televisiva seria para numerosos actores de la hasta entonces poco conocida cantera andaluza.
Belén decide entonces trasladarse a Madrid, donde participa en numerosos proyectos de televisión y cine.
Iñaki Dorronsoro, la elige para protagonizar La distancia junto a Miguel Ángel Silvestre, con el que coincidió en Motivos personales.
Reciben magníficas críticas, y Belén resulta nominada como Actriz Revelación, para los premios que otorga la unión de Actores, siendo una de las candidatas barajadas para el Goya en la misma categoría por revistas del sector como Cinemanía o Fotogramas, sólo problemas de producción impiden esta circunstancia, al no llegar copias del filme a los académicos.
Finalmente consigue una candidatura a los Premios Goya como mejor actriz revelación por su papel en 15 años y un día.