Luego de que el subteniente Acuña y dos soldados ex pincheiristas desertaran de la expedición, Bulnes adelantó las operaciones y envió el 12 de enero una partida de 40 granaderos al mando del alférez Pedro Lavanderos, guiada por los oficiales ex pincheiristas: comandante Francisco Rojas, capitanes Martín del Carmen Gatica y José Antonio Zúñiga y alférez Manuel Vallejos.
Otros tres que lograron huir fueron muertos a sablazos en un bosque cercano.
Algunos agentes de Bulnes situados en el campamento liberaron los caballos para impedir la fuga.
Las fuerzas chilenas tomaron 196 prisioneros realistas y pehuenches, sufriendo alrededor de 50 bajas.
Antes de emprender el regreso a Chillán, Bulnes ordenó al ex pincheirista capitán Zúñiga y al ayudante de granaderos a caballo Pedro Aguilera, dirigirse con 100 hombres y algunos indígenas del cacique Umané, en persecución de Pincheira que se dirigía en dirección a Mendoza.
El 8 de febrero arribó a Tucapel y luego siguió hacia Chillán.
Uribe regresó con una docena de fugitivos que se le entregaron.
El 11 de marzo llegaron a Chillán, en donde Bulnes lo dejó en libertad vigilada.
[8] José Antonio Pincheira recibió un indulto del presidente Prieto, tío de Manuel Bulnes, quien lo contrató para trabajar en su hacienda.
Se dice que el lugar era una cueva natural cercana al bosque de Epu Laufquén derrumbada por los hermanos para guardar, definitivamente, este tesoro.