Combate de Tarapacá (1842)
La victoria peruana permitió recuperar la provincia deTarapacá que había sido capturado por las tropas bolivianas días antes.El ejército de Bolivia al mando del general José Ballivián invade el Perú ocupando Moquegua y Puno y enviando enseguida al coronel Rodríguez Magariños, jefe de la segunda división boliviana a ocupar Tacna y Arica, lo que dicho jefe boliviano efectúa en diciembre de 1841.Sigilosamente, improvisaron trincheras y barricadas de resistencia en una esquina situada en la misma cuadra del Cabildo usado como cuartel por los bolivianos.[8] La derrota parecía inminente y Juan Buendía estaba al borde de retirarse, cuando apareció ante él un joven sacerdote que ayudaba en ese momento con la atención de los varios heridos.Esto iba a ser lo que cambiaría su suerte aquella madrugada de verano, precisamente.Entonces, se echó al hombro la pesada figura del niño Dios que estaba hecha precisamente de plomo... Y así regresó el religioso hasta el grupo, rogando perdón divino al sacrilegio que había cometido, pero entregando a los hombres de Buendía el valioso material.