Batalla de San Juan (1797)

En una carta del 4 de mayo el jefe de ingenieros español, Felipe Ramírez, afirma que eran sesenta velas pero el sacerdote Miguel Rodríguez Feliciano, en una carta del día 22, eleva la cifra a sesenta y cuatro.

[16]​ Incluían algunos cientos de mercenarios, la mayoría franceses,[3]​ y apenas 300 veteranos.

Además, se movilizaron las milicias disciplinadas de cada pueblo, que acudieron a defender San Juan, e incluso participaron algunos presidiarios.

Además, dos barcos corsarios franceses ofrecieron sus servicios a la defensa del puerto.

Abercromby decidió retirarse, embarcando precipitadamente, abandonando en la isla la artillería, municiones, víveres y algunas tropas dispersas.

Los británicos se reembarcaron el 2 de mayo, dejando el dominio español en la isla asegurado por cien años.