Hugo II de Arborea, que reclamaba un tercio del Juzgado de Cagliari, que los pisanos no estaban dispuestos a ceder, pasó a la acción, venciendo el 11 de abril de 1323[2] con una tropa de mercenarios privados los pisanos en San Gavino Monreale, en una zona fronteriza, en la que murieron mil pisanos.
[3] Los pisanos se replegaron a Iglesias y Cagliari,[3] y Hugo II de Arborea pidió ayuda a Jaime II de Aragón.
[6] El 29 de febrero el Infante Alfonso por tierra y el almirante Francesc Carròs y de Cruïlles por mar, derrotan a los pisanos en la batalla de Lucocisterma, aunque Manfredi della Gherardesca y 500 hombres consiguieron llegar al castillo, mientras el resto de los pisanos se dispersaba.
El 19 de junio, se firma la capitulación, según la cual Pisa cede a Jaime II todos los derechos sobre Cerdeña excepto Cagliari.
Finalmente, tras la derrota de pisanos y genoveses en la batalla naval de Cagliari, tuvieron que ceder también la última ciudad que conservaban.