Batalla de Miahuatlán

La topografía del lugar de la batalla, en las proximidades del pueblo de Miahuatlán de Porfirio Díaz, y el conocimiento del terreno le dieron a Porfirio Díaz el triunfo, que después él mismo consideraría en sus memorias como la acción más estratégica y brillante que libró durante la Segunda Intervención Francesa en México, victoria, que sumada a la obtenida en la Batalla de la Carbonera, le darían a Díaz fama nacional.

Mientras tanto, los varones se apresuraron a presentarse en la sala capitular, ante las autoridades, para organizar la defensa en la entrada del pueblo.

No querían que Miahuatlán fuera destruido por los invasores, como ya había sucedido en varias partes del Istmo.

Sin embargo, causaron muchas bajas en el enemigo y la muerte de Henri Testard comandante del 13º batallón en línea.

Este suceso ocasionó que las fuerzas imperialistas dieran vuelta y se retiraran.

Oronoz ordenó la embestida sobre el río donde se enfrentaron furiosamente contra los republicanos, fuerzas de Porfirio Díaz, los franceses no pudieron resistir el avance de los mexicanos y retrocedieron desorganizados provocando confusión en su infantería y derribando a los obuses.

Ya que le abrió el camino a las ciudades de Oaxaca, Puebla y México...” [1]​