Batalla de Karameh

Sin embargo, para los palestinos se convirtió en una victoria mítica, a partir de la cual establecieron sus reivindicaciones nacionales.

En ocasiones, la infantería y artillería jordanas proporcionaron fuego de cobertura a los escuadrones de Fatah, dando lugar a frecuentes enfrentamientos directos entre los ejércitos israelí y jordano.

Durante los días 14 y 15 de febrero, morteros jordanos atacaron a varios asentamientos israelíes en el Valle de Beit Shean y a lo largo del valle del Jordán.

Como resultado, miles de campesinos jordanos huyeron hacia el este, y los fedayines se trasladaron a los valles.

Un alto al fuego patrocinado por Estados Unidos fue organizado, y el rey Hussein declaró se debía que impedir que estos grupos utilizaran a Jordania como base para sus ataques.

UU., porque el ataque podría resultar en la muerte de civiles inocentes y ser un mal político para Israel.

El Jefe de Estado Mayor, Haim Bar-Lev prometió una acción limpia.

Asimismo, los paracaidistas iban a ser desplegados por los helicópteros en la ciudad, mientras que la cuarta fuerza llevaría a cabo un ataque de distracción en el puente Abdullah para alejar las fuerzas jordanas de Karameh y cubrir el ataque principal.

A las 05:30 a. m. del 21 de marzo, las fuerzas israelíes atacaron simultáneamente en los tres puentes.

Las puntas de lanza israelíes avanzaron a través del puente Hussein y hacia Shunat Nimreen.

Los paracaidistas destruyeron la mayor parte del campamento, y muchos de los palestinos, incluido Arafat, huyeron hacia el este.

En la consiguiente batalla, los jordanos perdieron ocho tanques Patton, sin destruir ningún tanque israelí, y se retiraron a las montañas, donde se atrincheraron y continuaron disparando hacia los hebreos.

Los israelíes también consolidaron su dominio en Karameh y comenzaron a demoler el campamento.

[1]​ Mientras tanto, la Operación Asuta fue lanzada contra bases guerrilleras más pequeñas al sur del Mar Muerto, cerca de Safi, donde el autobús escolar había impactado a la mina.

Debido a la orden de recuperar tantos vehículos como fuera posible, la retirada no se completó sino hasta las 20:40.

Políticamente, sin embargo, se condenó a Israel en gran medida por la opinión pública mundial.

Gedeón Rafael dijo más adelante que Uzi Narkis, que comandó la operación, renunció al cargo de jefe del Comando Central para un puesto en la Agencia Judía, poco después de la batalla.

Hussein dijo a la televisión después de la contienda: Por su parte, Arafat dijo: Tanto palestinos como árabes en general consideran la batalla una victoria psicológica sobre el ejército israelí, que había sido visto como invencible, hasta entonces, y el reclutamiento de las unidades de guerrilla se disparó.

Fatah informó que 5.000 voluntarios solicitaron su adhesión en las primeras 48 horas luego de la batalla.

[5]​ Después de la batalla, Fatah comenzó a participar en proyectos civiles para lograr la afiliación popular.

Vista del Puente Damia.
Batería jordana en Karameh.
Ruinas de Karameh tras el asalto israelí.