Debido a ello, los españoles tuvieron que levantar el sitio de Milazzo y retirarse.
Sin embargo, las tropas imperiales los alcanzaron, haciendo inevitable la batalla campal.
La tercera atacó el flanco izquierdo de los españoles, pero fueron rechazados y tuvieron que huir tras sufrir fuertes bajas, incluyendo a su comandante, el general Holstein.
La batalla continuó hasta la tarde, cuando el contraataque de la caballería española obligó a los austriacos a retirarse, dejando 6.000 muertos y heridos en el campo de batalla.
La guerra continuó hasta la firma del Tratado de La Haya en 1720.