Batalla de Canchas Blancas

[3]​ La historiografía chilena niega su veracidad,[7]​[8]​ y la mayor parte de la boliviana la ha negado o ignorado.

[13]​ En algún punto los chilenos habrían emprendido la fuga, siendo hostigados por los indígenas con sus hondas y perseguidos por la caballería boliviana, ahora reforzada con los animales capturados.

[4]​[10]​ Estos documentos habrían estado destinados a agentes de inteligencia chilenos en Argentina, Paraguay, Brasil y Uruguay.

[8]​ Otro supuesto objetivo chileno impedido habría sido cortar el flujo comercial entre Bolivia y Argentina.

[18]​ En 1975, Octavio O'Connor había reivindicado para los tarijeños el triunfo de Canchas Blancas mencionando el relato de Apodaca, aunque sin citarlo en detalle, e identificando erróneamente al oficial como «Epifanio Apodaca».

[23]​ Por su parte, Roberto Querejazu Calvo (1979) relató en un solo párrafo lo que él denominó «un encuentro con los chilenos» con una cita textual del diario de Apodaca, el cual no da indicación alguna sobre la magnitud de las fuerzas enfrentadas salvo «parte de los batallones Chorolque, Ayacucho y Méndez» y que los chilenos levantaban una «polvareda».

[28]​ En 1931, un hombre llamado Benigno López se presentó ante el Senado boliviano afirmando ser un veterano de la batalla y pidiendo una compensación pecuniaria, que le fue otorgada.

[30]​ En el Boletín de la Guerra del Pacífico (1879-1881), publicación oficial del gobierno chileno que contiene una detallada referencia de todas las acciones bélicas acontecidas, existen siete informes que mencionan al área «Canchas Blancas».

Ninguno de ellos relata algún encuentro entre tropas chilenas y bolivianas en ese lugar, sino principalmente excursiones chilenas en la zona destinadas a capturar animales, que estaban siendo enviados a las fuerzas peruanas y bolivianas desde Argentina.

[37]​ Vicuña Mackenna además indicó que el coronel Orozimbo Barbosa, sucesor de Soto, «hizo una tercera entrada hasta Canchas Blancas, y no encontró huella alguna del enemigo en esa dirección, regresando a Calama el 31 de octubre».

No menciona la partida de ninguna división hacia esa dirección en los días previos.

[6]​[9]​[25]​ Tampoco ha sido aludida en los documentales oficiales realizados por la Dirección de Reivindicación Marítima.

[49]​ Particularmente a partir del siglo XXI, fuentes bolivianas comenzaron a acusar un «silencio llamativo en los textos oficiales»[6]​ y que la batalla fue «un hecho que la historia oficial ha preferido ignorar y negar, sin conocer hasta el momento el justo motivo»[6]​ y «olvidada a exprofeso por la gran mayoría de los historiadores de Bolivia».

[51]​ Por este eventual ocultamiento se ha responsabilizado al comandante de la Quinta División, Narciso Campero,[15]​ quien, junto a Aniceto Arce (ambos futuros presidentes) habría preferido conspirar contra el presidente Hilarión Daza en vez de enfocarse en la lucha contra Chile, en connivencia con personeros de la empresa minera Huanchaca, cuyo principal accionista era el chileno Melchor Concha y Toro[3]​ (esto, pese a que Huanchaca ayudó a avituallar a la Quinta División).

[52]​ La existencia de esta batalla ha sido negada por historiadores e investigadores chilenos, quienes afirman que se trata de una especie de leyenda surgida en el seno del Ejército boliviano[8]​ y que no existen registros históricos que la avalen, describiéndola en términos como «posverdad», «un completo invento» y «aberración total».

[54]​ Además, cuestionó que los detalles de una victoria tan trascendente hayan sido mantenidos en silencio.

Agregó que las tropas chilenas estacionadas en Calama «nunca superaron la cifra de algunos centenares», y recordó que según el propio Becerra, el coronel Lino Morales se replegó a Tarija, donde fue juzgado, haciendo notar que este es un extraño destino para el vencedor de una batalla tan importante.

Agregó que «no había ninguna razón táctica ni estratégica para hacer un avance de 380 kilómetros desde Calama hasta Canchas Blancas y menos aún cuando el grueso del Ejército chileno estaba concentrado en Tarapacá».

[57]​ Para Parvex, el mandatario boliviano buscó con esto «crear la adhesión necesaria en torno a su persona y continuar en el poder»,[30]​ mientras que según González Amaral, Morales implementó una estrategia «destinada a tergiversar la historia y desinformar al pueblo boliviano».

Foto que según el Ministerio de Defensa de Bolivia muestra a soldados que lucharon en Canchas Blancas.
Mapa de las campañas terrestres de la Guerra del Pacífico , donde se ve que el Ejército de Chile no realizó acciones bélicas en territorio boliviano más allá del departamento del Litoral .