Batalla de Brustem

Gante quería la restauración de sus privilegios que habían sido quitados por Felipe.

Fue impulsada por Luis XI, que querían mantener las fuerzas del duque de Borgoña para no darle tiempo para pensar en Francia.

Carlos decidió darles la libertad pero si se levantaban en armas contra él, perderían sus fortunas y sus vidas.

[9]​ El terreno era plano, pero cortado en varios lugares por una extensa ciénaga, zanjas y setos que formaban los límites de los campos alrededor del pueblo y ofrecían grandes obstáculos a los movimientos de la caballería.

Su idea era poder unirlas para obtener la corona real y volver a formar el reino de Lotaringia.

Para hacer frente a estos poderosos rivales Carlos reclutó un ejército muy completo que reunía lo mejor de muchas tradiciones militares.

[11]​ El objetivo de Carlos era que todas las armas pudieran apoyarse entre sí.

Ya que las armas de fuego no habían avanzado lo suficiente para tener una alta cadencia y existían demasiados elementos que debían trabajar juntos para lograr el objetivo esperado.

La batalla se inició la mañana siguiente a la llegada de los dos ejércitos.

La organización y el orden de batalla de los borgoñeses había sido redactada por el duque Carlos durante la noche y personalmente, montado a caballo daba las instrucciones.

Su vanguardia, constituida por los arqueros y artillería ligera, al mando de Ravenstein.

A lo largo de la mañana, las dos partes intercambiaron disparos pero sin causar grandes daños al bando contrario.

[14]​ El choque entre las tropas fue brutal sin embargo los rebeldes pudieron reponerse gracias entre otras cosas a las barreras naturales que hacían muy difícil realizar una carga efectiva.

Finalmente los caballeros de armas tuvieron que replegarse tras los arqueros en el pueblo.

[18]​ Los vencidos perdieron 6.000 hombres por lo menos, en este día, otros dicen que 9000.

La ciudad se rindió respetándose la vida de sus habitantes y defensores a condición de que sus paredes fueron demolidas, que pagaría veinte mil florines, y entregaría diez hombres elegidos por el duque.

Cinco o seis de los rehenes que había roto su promesa fueron decapitados.

Posesiones de Carlos el Temerario
Alzado del Perron, símbolo de la libertad de Lieja que fue desmantelada por Carlos el Temerario