Su asesino y sucesor, Juan I Tzimiscés tuvo que comprobar como en la primavera de 970 los rusos se lanzaron contra el Imperio invadiendo Tracia.
Ahora bloqueaban la Vía Egnatia que comunicaba Constantinopla con el resto de provincias europeas.
Bardas Esclero se vio entonces con que no podía retirarse en orden, pues el enemigo se encontraba demasiado cerca y además su misión era defender Tracia y una retirada dejaría toda la región a merced de los rusos.
Los pechenegos, seguidos por rusos y búlgaros, seguros de su victoria, persiguieron al ejército bizantino.
El combate de Arcadiópolis, en resumen, se resolvió favorablemente a los bizantinos, que solamente perdieron unos 550 hombres.