El aeródromo está destinado generalmente a la lucha contra incendios y emergencias.
Tras el incendio que asoló gran parte del vecino municipio de Yeste y del sur de Molinicos en 1994, y que asoló cerca de 14.225 hectáreas, encontrándose en 2005 entre los 20 incendios forestales más devastadores de España, y en la que tuvieron que ser evacuadas 1.300 personas,[1] se construyó la pista forestal en el paraje de Cañadillas, así como otras obras auxiliares del aeródromo.
[3] También en 2010, el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino del Gobierno central da una prórroga para ampliar las instalaciones para que puedan operar dos retenes helitransportados, ampliando hangares, nuevas dependencias y alojamientos y una nueva sala de reuniones.
Dicho edificio cuenta con una estancia para los pilotos, otra para los brigadistas, con su propia cocina, un gimnasio, dos vestuarios, una sala de usos múltiples (para dar formación e información) y la sala del emisorista, que cuenta con una red de comunicaciones que opera con doble banda, la aérea y la terrestre y desde la que se puede controlar todo el helipuerto.
Además tiene un generador eléctrico, para que la base pueda operar aunque falle el suministro, un sistema de abastecimiento de agua potable, calefacción de biomasa y un gran depósito de agua para que los helicópteros puedan cargarse en caso de que haya un incendio, (compuesto por 24 especialistas, dos responsables helitransportados y dos técnicos), y un hangar.