[1] La función precisa del edificio es desconocida y es objeto de varias hipótesis.
Puede ser una tumba o una basílica funeraria, un ninfeo, un lugar cuya frescura se aprecia en verano, sin ninguna función religiosa (specus aestivus)[1] o, lo más probable, obra de una secta mística-esotérica que construyó un templo neopitagórico, como parece demostrar la naturaleza de la decoración.
Para construir la basílica fue necesario excavar mediante cortes cada vez más profundos en la roca de toba dejando pilares y columnas, vertiendo cemento a continuación para reforzar las paredes y crear una bóveda de cañón con una abertura.
Se puede acceder a este vestíbulo desde la Vía Prenestina por un tramo de escaleras.
Debido a la fragilidad de las estructuras y decoraciones, el acceso al lugar es complicado.