Barras bravas en Argentina

Al comienzo no eran grupos muy numerosos ni excesivamente violentos, pero con el paso de los años, las barras bravas fueron creciendo y tomando cada vez más poder dentro de los clubes, llegando al punto de haber algunas que han decidido en ocasiones quién sería el presidente del mismo u obligando a dirigentes a renunciar a sus puestos.

También suelen brindar servicios a dirigentes políticos y sindicales que las contratan como grupos de choque (ante posibles enfrentamientos con seguidores de otros partidos políticos o sindicatos durante actos, movilizaciones o protestas), guardaespaldas, etc.

Por otra parte, aunque la violencia en el fútbol argentino ha estado presente prácticamente desde sus comienzos[1]​ (al igual que en el resto del mundo), la aparición de las barras bravas hizo que aumente y se recrudezca.

[notas 1]​[4]​ Además, hay dos casos de muerte dudosa donde no se supieron las causas.

[5]​ Se tienen noticias de la violencia en el fútbol argentino desde principios del siglo XX tanto en los partidos del campeonato local como en los partidos entre Argentina y Uruguay, en Buenos Aires y en Montevideo.

El encuentro fue suspendido debido a los desmanes producidos en las tribunas, las cuales terminaron incendiadas.

Sucedió en Rosario, en el estadio del Club Atlético Tiro Federal Argentino, en un partido entre el club local y el Club Atlético Newell's Old Boys por la Copa Estímulo de la 1° división local, donde Enrique Battcock, obrero ferroviario simpatizante de Tiro Federal Argentino (también exjugador y exdirigente del club), fue interpelado por su comportamiento por Francisco Campá, pretesorero del club visitante, comenzando así una discusión que terminó cuando Battcock le dio un puñetazo en la cara al simpatizante de Newell's Old Boys, quien se retiró del estadio, volvió al poco tiempo, extrajo un arma de fuego y le disparó, causándole así la muerte.

El 2 de noviembre, tras disputarse el último partido del Campeonato Sudamericano que coronó campeona a la selección de fútbol uruguaya, se produjeron incidentes frente al hotel donde se alojaba la selección argentina, interviniendo en la pelea hinchas uruguayos e hinchas y jugadores argentinos.

[9]​ Durante los incidentes, el argentino José Lázaro Rodríguez disparó contra Pedro Demby (hincha uruguayo), quien fallecería al día siguiente.

De acuerdo con Amílcar Romero, entre 1958 y 1985 se producen en Argentina 103 muertes relacionadas con violencia en el fútbol, es decir, en promedio una cada 3 meses.

[21]​ En cuanto a la distribución geográfica, las zonas donde se registraron la mayor cantidad de muertes son los partidos del Gran Buenos Aires (27 %) y las ciudades de Buenos Aires (23 %) y Rosario (8 %).

[23]​ El mismo fenómeno ha sucedido en otros clubes, por ejemplo en Boca Juniors,[24]​ Newell's Old Boys,[25]​ Gimnasia y Esgrima (Jujuy), Estudiantes de La Plata,[26]​ Rosario Central,[27]​ San Lorenzo de Almagro,,[28]​ Independiente, Racing, etc.

El porcentaje de víctimas en enfrentamientos entre la propia hinchada pasó del 3 % en 1989, al 8 % en 2001 y el 17 % en 2009.

[33]​ Finalmente, en 2008, se modificó nuevamente la ley permitiendo a los jueces disponer una medida cautelar que le impida al acusado, por alguno de los delitos mencionados, concurrir a menos de quinientos metros del lugar donde se realiza el partido.

[36]​ En septiembre de 2003 se volvió a suspender el fútbol cuando el juez Mariano Bergés le ordenó a la Policía Federal Argentina que no brinde seguridad en los estadios durante dos semanas,[37]​ mientras estaba al frente de la causa judicial iniciada por los incidentes ocurridos en un partido entre Boca Juniors y Chacarita Juniors.

José Barrita fue condenado a 13 años de prisión por asociación ilícita y extorsión.

Por los dos asesinatos, el Tribunal Oral N.º 17, enjuició a José Barrita y siete lugartenientes: Jorge Freddy Cáceres Romero (alias Bolita), Juan Daniel Silva (Dany); Jorge Darío Almirón (Gomina), Edgardo Allende (Chino), Marcelo Fabián Aravena (Marcelo de Lomas), Mario Bellusci Martínez (Uruguayo) y Miguel Santoro (Manzanita).

José Barrita murió en el año 2001 sin regresar al liderazgo de la 12 ni volver a la Bombonera.

[57]​ Diferentes especialistas en el tema,[notas 6]​[58]​ coinciden en que cada hinchada se percibe a sí misma como custodio de la identidad del club.

Este era antiguamente un lugar compartido con los "jugadores símbolo" y los dirigentes comprometidos con la institución.

[59]​ Sin embargo, la rápida venta de jugadores desde los denominados equipos chicos a los denominados grandes o desde cualquier equipo hacia uno extranjero, especialmente europeos, causó que la identificación con algún jugador sea poco probable debido a la poca continuidad que tienen en el club.

[59]​ Pero, a diferencia del resto de los actores, las hinchadas solo pueden proponer la defensa de los símbolos, los colores y el estadio, en oposición a la hinchada del equipo contrario.

[60]​ Este ranking del aguante define supuestas jerarquías sobre quien defiende mejor los símbolos de la institución "más allá del dolor y la desilusión, más allá de la victoria o la derrota".

[68]​ Algunos directivos del club Boca Juniors reconocieron que la barra manejaba cientos de carnets con pases que se usaban decenas de veces y, además, regenteaban entradas para turistas, les cobraban US$ 1000 por un palco en un River-Boca.

[70]​ el documental producido para Canal+ de España por el periodista Jon Sistiaga en 2012, expone la estrecha relación entre los fiscales federales y las principales barra bravas del fútbol argentino.

Estos hechos no implicaron ninguna consecuencia para su desempeño como funcionario público, porque claramente fue una acusación mediática sin fundamentos.

Las barras bravas se pueden distinguir por las banderas que despliegan, ya que en el resto del estadio no existe otro sector donde haya tal cantidad. En la imagen, La Banda del Expreso , barra brava de Godoy Cruz Antonio Tomba .
La Banda de la Quema, barra brava de Huracán .
La Banda del Loco Fierro, barra brava de Gimnasia y Esgrima La Plata .
Los Leales, barra brava de Estudiantes de La Plata .