En París conoció a los músicos estadounidenses Ben Webster, Sidney Bechet, Dexter Gordon y trabajó en las funciones del Club Saint-Germain en compañía de Sacha Distel y René Urtreger.
En 1957, acompañó como saxofonista a Miles Davis, que grababa la banda sonora de la película Ascensor para el cadalso, dirigida por Louis Malle.
Además intervino en una grabación nunca publicada de Thelonious Monk para Blue Note.
Hasta el año 1968, Barney Wilen alternaría sus trabajos entre París y Nueva York.
Los últimos años de su carrera artística los dedicó a difundir el jazz en todas sus formas.