Recibió también los nombres de babera, baberol, barberol, barbera, babador, barbique, baberón, barbete y guardapapo.
El barbote solía ir unido por su parte inferior a una o varias láminas de hierro que formaban la gola.
Posteriormente, se aplicó el barbote al yelmo, almete, borgoñota, etc.
En España se unió con frecuencia sobre los almetes de «pico de gorrión» en los siglos XV y XVI, adquiriendo grandes dimensiones, pues se prolongaba por delante sobre el pecho hasta mitad del peto, al que sujetaba para prestar mayor sujeción al casco de torneo.
El gran tamaño del barbote usado en el siglo XVI en los almetes españoles hizo que se designara con el nombre de baberón.