Baquiario (Bachiarius) fue un monje itinerante de origen probablemente gallego, que vivió a finales del siglo IV y principios del siglo V, y falleció probablemente el año 425.
[1] Se le atribuye[2] ser el primer monje con nombre conocido de la historia del cristianismo occidental.
[5] Esta identificación se funda en la frase con que inicia su profesión de fe: «Peregrinus ego sum...», y en su supuesto priscilianismo.
Se ha definido a Baquiario como "galaico, optimista e ignorante",[6] en una semblanza que parece adelantar la de los monjes mendicantes y goliardos de la Alta Edad Media.
Hacia el año 400 escribió una carta a un diácono en la que se emplea, por primera vez en un texto hispano, la palabra "monasterio".