El repertorio de las bandas de Morelos, Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Michoacán cubrían gusto, son, vinuet, piezas y marchas fúnebres, danzón, vals, corrido, pasos dobles, marchas, polkas, rancheras, alabanzas, foxes entre algunos otros.
El tamborazo zacatecano no utiliza tuba, siendo la tambora el instrumento que lleva el tono bajo.
La banda o tambora sinaloense, que ha influenciado a provincias aledañas como Sonora, Nayarit, Jalisco, utiliza la siguiente instrumentación:
Las primeras bandas sinaloenses se formaron por gente que desertaba de las bandas militares y municipales y se iba a vivir a los pueblos serranos, donde retomaban las melodías populares.
Fue hasta después de los años 80 que surgió una nueva generación de cantantes quienes, apoyados por modernos recursos tecnológicos, dieron un nuevo impulso a la Banda sinaloense, para entonces ya conocida en todo México y el sur de Estados Unidos: entre ellos se puede mencionar a Antonio Aguilar y al Gallo Elizalde.