El Banco de Pagos Internacionales (BPI; en inglés Bank for International Settlements o BIS) es una organización internacional financiera propiedad de numerosos bancos centrales con sede en Basilea (Suiza).
También presta servicios bancarios a bancos centrales y otras instituciones monetarias oficiales.
Después de la Segunda Guerra Mundial, en 1944, en la Conferencia de Bretton Woods, el BPI llegó a ser la clave en una lucha entre la delegación estadounidense, formada por Harry Dexter White y por Henry Morgenthau, y la delegación británica, encabezada por John Maynard Keynes y Dean Atchison, representante de Chase Bank.
[7] En julio de 1944, Archison interrumpió a Keynes en una reunión porque temía que el BPI fuera disuelto por el presidente estadounidense Franklin Delano Roosevelt.
Keynes acudió a Henry Morgenthau para evitar la disolución del BPI o, al menos, posponerla.
En abril de 1945, los británicos y el nuevo presidente estadounidense, Harry S. Truman, pararon la disolución del BPI.
El BIS lleva a cabo su misión mediante: El papel que desempeña el BPI en la actualidad va más allá de su función histórica.
El objetivo original del BPI era "promover la cooperación de los bancos centrales y proporcionar facilidades adicionales para las operaciones financieras internacionales; y actuar como fiduciario o agente en relación con las liquidaciones financieras internacionales que se le encomienden en virtud de acuerdos con las partes interesadas", tal y como se recoge en sus Estatutos de 1930.
Los bancos centrales no "establecen" unilateralmente tipos, sino que determinan sus objetivos e intervienen empleando masivamente recursos financieros, así como poderes regulatorios para poder lograr los objetivos que se marcan.
El capital del BPI está compuesto por acciones pertenecientes a los bancos centrales miembros.
Las instituciones y personas privadas quedaron excluidas como accionistas a partir de 2000.
El activo del BPI se compone en su mayoría de títulos de deuda pública o semipública e inversiones (incluidos repos a la inversa) en bancos comerciales internacionales con elevada calificación.
En un principio, las acciones del BPI estaban admitidas a negociación en mercados secundarios, lo que convirtió al BPI en una entidad única: una organización internacional, en el sentido del derecho internacional público que, sin embargo, tenía accionistas privados.