[2] Su actividad periodística le permitió contactos internacionales en el mundo político e intelectual español y argentino.
Es considerado uno de los pensadores colombianos más destacados del siglo XX.
Sanín Cano sugirió que en naciones donde la mujer intervenía en campos como el servicio civil gubernamental, la medicina, las leyes y la educación influía en otros aspectos con su inteligencia y correspondía a la mujer decidir si se dedicaba al estudio para satisfacer sus deseos de conocimiento o para mejorar sus condiciones de vida.
[9] Gracias a su trabajo en La Nación,[10] en 1933 el presidente Enrique Olaya Herrera lo nombró embajador ante Argentina.
Fue confirmado por los sucesores de Olaya, Alfonso López Pumarejo (1934-1938), y Eduardo Santos (1938-1940), hasta que este último nombró embajador al conservador Roberto Urdaneta.
Como dato curioso, falleció dos (2) días después de la renuncia del presidente Gustavo Rojas Pinilla.
[1] En su funeral, hablaron los máximos representantes de los partidos tradicionales: Alberto Lleras Camargo por el liberalismo y Guillermo León Valencia por los conservadores.