Apoyó la Revolución de Mayo y fue incorporado al Ejército del Norte.
El jefe político del Ejército, Juan José Castelli, lo consideraba un partidario de su adversario, Cornelio Saavedra.
En septiembre de 1814 volvió al Ejército del Norte, donde se dedicó a actuaciones políticas.
Tras la caída de Alvear, el nuevo Director Supremo, Álvarez Thomas, lo envió prisionero a José Artigas – junto con otros dirigentes opuestos a la política federal de éste – para que el caudillo tomara venganza y lo hiciera fusilar.
Dos años más tarde, fue confinado en la isla Martín García, acusado por su esposa de alterar la tranquilidad pública en repetidas borracheras.