Baños de Apoquindo

El agua recolecta en su trayectoria parte de los componentes solubles presentes en las rocas.

Darapsky en 1890 hace por primera vez un análisis físico químico de estas aguas.

Existían avisos en la prensa,[11]​ en la que se ofrecían sus baños termales y de barro.

Los herederos de Ramón Joaquín enajenaron la propiedad a José Gabriel Varela en 1855.

Posteriormente fue vendida a Ignacio Javier Ossa (1861) y comprada luego por el almirante Manuel Blanco Encalada (1869).

La fuente llamada El Sapo por los locales, desde la época prehispánica era objeto de culto y peregrinaciones por sus cualidades curativas.

[13]​ Unos metros más abajo permanece, sin embargo, el agua, que continúa aflorando con propiedades minerales desde la quebrada.

[13]​ En el mismo lugar donde funcionaban los baños, se puede ver hoy una rústica instalación, un galpón techado que lleva décadas intacto, rodeado de vegetación y en cuyo interior se observa el agua brotar desde las grietas del suelo rocoso.

La placa Sudamericana genera una zona de acumulación de energía, cuando esta se libera levanta la sierra de Ramón . Esta misma energía genera fuentes hidrotermales, el agua de las lluvias se filtra desde el nivel freático en el terreno fracturado y permeable por las fallas verticales, baja hasta una zona de acumulación de energía donde se calienta, y luego sube producto de su alta temperatura por fisuras emanando como una fuente hidrotermal.
Estero Los Baños , en Apoquindo , Santiago de Chile en la localización donde estaban los Baños de Apoquindo.
Esquema de la localización de los baños de Apoquindo dentro de la chacra denominada Santa Rosa de Apoquindo o antigua chacra lo Coo en 1895. En línea azul se muestra el Canal de las Perdices que corresponde aproximadamente a actual avenida Padre Hurtado. En un cuadrado de color rojo la localización de la casa principal de la chacra. En cuadrado azul el terreno de la hijuela de los Baños de Apoquindo. En la parte superior derecha se muestran como referencia los puntos cardinales