El clave bien temperado

Existen muchas opiniones respecto a los instrumentos con o para los que fueron compuestas estas piezas, pero dada la naturaleza abstracta de la música de Bach, es estéril discutir sobre ello, puesto que suenan igual de bien tanto en unos instrumentos como en otros siempre que se interpreten coherentemente según el estilo y las posibilidades del instrumento.

Un gran número de las piezas que Bach compuso para el teclado las pensó con un clavicordio, un instrumento de cuerda percutida que Bach tenía en alta estima porque le permitía acentuar y realzar libremente las voces en distintos planos.

Un único caso, la Fuga 20 BWV 865 en la menor del primer volumen cuenta al final con una nota pedal mantenida que, por la textura de la partitura en ese punto, sólo podría ser ejecutada convenientemente con el pedalier de un órgano.

El nuevo instrumento no llegó a Alemania hasta 1732, cuando Gottfried Silbermann construye su primer fortepiano.

Aun así, se piensa que esta obra fue escrita para el clavicordio (instrumento casero y de volumen débil), ya que al analizarla, parece ser una obra con fines didácticos, y no para ser ejecutada en conciertos, en cuyo caso, el instrumento adecuado hubiera sido el clavecín, debido a su mayor sonoridad.

Aunque el «temperamento bueno» es una evidente mejora barroca a la afinación griega antigua, de todos modos, para un oído moderno, las obras se siguen oyendo claramente desafinadas.

(La verdadera intención del Clave Bien Temperado es precisamente tocar una pieza en do, inmediatamente después una en do#, luego una en re y así sucesivamente, de lo que se deduce que contiene doce piezas en modo mayor, seguidas de doce en modo menor).

En este contexto, muchos compositores trataron ya de probar que todas las tonalidades son posibles.

Cada una de las piezas demuestra la maestría del contrapunto, que no prevalece sobre la estética, y tiene un sentido del desarrollo de la idea musical que no deja lugar a la repetición ni a la facilidad.

La primera grabación completa de El Clave bien temperado fueron interpretadas a piano por Edwin Fischer para la discográfica EMI entre 1933 y 1936.

[5]​ Daniel Chorzempa realizó la primera grabación utilizando múltiples instrumentos (clavicémbalo, clavicordio, órgano y fortepiano) para Philips en 1982.

En marzo de 2015, la pianista Kimiko Douglass-Ishizaka lanzó al dominio público una grabación nueva y completa del Libro 1.

[10]​ Sus interpretaciones están disponibles a continuación, comenzando con el Preludio n.º 1 en do mayor (BWV 846):

Carátula original de la copia manuscrita de Johann Sebastian Bach de El clavecín bien temperado . Dice en alemán (con la letra manuscrita de Bach : «El “[instrumento de] teclado bien temperado”, o preludios y fugas en todos los tonos y semitonos, ambos con la tercera mayor o ut , re , mi y con la tercera menor o re , mi fa , están compuestos para la práctica y el provecho de los jóvenes músicos deseosos de aprender y para el entretenimiento de aquellos que ya conocen este arte».
«Fuga en la bemol mayor» (partitura manuscrita de Johann Sebastian Bach .