Una buena afinación del piano requiere una evaluación de la interacción entre las notas, que es diferente para cada instrumento, de modo que en la práctica requiere alturas ligeramente diferentes a las empleadas en cualquier estándar teórico.
Los pianos por lo general son afinados a una versión modificada del sistema llamado temperamento igual.
La atenuación de un intervalo causa batimiento, que es una fluctuación en la intensidad debido a la interferencia entre tonos cercanos pero desiguales.
La fila superior indica las frecuencias absolutas de los tonos; por lo general sólo el la 440 es determinado auditivamente.
El batimiento lento puede ser medido con cuidado con un metrónomo u otro dispositivo similar.
Sin embargo si la afinación real del instrumento fuera extendida se haría cada vez más inexacta.
Esto es debido a un factor conocido como inarmonía, que está presente en cantidades diferentes en todas las cuerdas de piano.
Hay otros factores, físicos y psicoacústicos que afectan a la habilidad del afinador para conseguir el temperamento.
El principal factor psicoacústico es que el oído humano tiende a percibir las notas más altas más graves de lo que en realidad son cuando son comparadas con las de mitad del registro del piano.