La avenida es nombrada así en reconocimiento al poeta y músico paraguayo Emiliano R. Fernández.
Según el historiador Luis Verón, en la época colonial partían de la capital nueve “caminos reales”.
Este hecho trascendental fue posible gracias a las gestiones realizadas por el entonces intendente de Ñemby, Enrique Hugo Delvalle, ante las autoridades del gobierno.
La ruta pasaría por Ñemby, pero no por el centro, sino a través de un desvío que bordearía la ciudad.
Esta avenida es la principal para el acceso de materia prima y otros productos desde el interior del país a la capital por la zona sur.
Su anchura varía de acuerdo a los barrios en los que pasa, existen dos viaductos en todo su recorrido, en el cruce con la Av.
Defensores del Chaco, pasando esta última sobre Fernando de la Mora, y en el cruce conocido como "Tres Bocas".