Sirvió como un eje respecto del cual se articularía la extensión urbana al suroeste de la ciudad.
Similar diseño se utilizó en las avenidas Tomás Marsano y Alfonso Ugarte.
En el nacimiento de la avenida Simón Bolívar, se ubica un supermercado Plaza Vea.
Después, en las siguientes cuadras, desaparece el comercio y empiezan a albergar edificios.
En su cruce con la avenida Javier Prado Oeste, hay un local de KFC y un supermercado Candy.