En 1891 los salesianos habían llegado al Perú por contrato con la Beneficencia Pública de Lima y es al año siguiente en que el prefecto de la ciudad envía al rector mayor, Don Rúa, una propuesta para que sus misioneros asentados en el Rímac aperturen una Escuela de Artes y Oficios.
Sin embargo, la relación contractual entre la congregación y la Beneficencia Pública de Lima terminó prematuramente en septiembre de 1898, por lo que la Escuela tuvo que dejar la casa del Rímac y trasladarse a una amplia propiedad que los salesianos habían adquirido recientemente en Breña, gracias a la donación testamentaria que en 1886 había hecho monseñor Manuel Teodoro del Valle a favor de la obra de Don Bosco.
Instalados definitivamente en Breña, los salesianos incorporaron a la formación de jóvenes obreros la educación escolar de niños.
Los primeros alumnos fueron seis: Carlos Carrasco, Juan Cucalón, César Dulanto, Benjamín Gómez, Alfredo Marchese y Humberto Solari.
La primera promoción que concluyó el quinto de media fue la de 1936 con cuatro alumnos: Mario Ferreccio, José García, Alfredo Herrera y Pablo Risca.