Auricalcita
Conocido desde la antigüedad como cobre de Corinto, la primera mención moderna, en 1788, se debe a Eugène Louis Melchior Patrin, que la describió como "calamina verdosa con cobre" y como "latón natural" en ejemplares procedentes de la mina Tchaghirski, en Siberia.[1] La descripción detallada, que permitió considerarla una especie mineral independiente, se debe a Theodor Bottger,[2] que le dio nombre al mineral por su contenido en zinc y cobre, del griego όρειχαλκος, aurichalcum, nombre del orichalcum, un metal fabuloso.Se encuentra sobre estos depósitos formando tapices de microcristales aciculares o laminares de color azul más o menos verdoso, traslúcidos y muy frágiles .Aparece asociada a otros minerales secundarios, como hidrocincita, smithsonita, malaquita, rosasita, calcita y óxidos de hierro.[4] Como ya se ha indicado, la auricalcita es un mineral común, conociéndose en centenares de localidades.