Originalmente no tenía la intención de dedicarse a la ciencia física, así cursó Derecho y Filología en Gotinga.
Cuando, en 1845, se creó una escuela de química práctica en Londres, al estilo del Royal College of Chemistry, Hofmann, en gran parte a través de la influencia del príncipe consorte, fue designado como su primer director.
Con alguna indecisión él, entonces un Privatdozent en Bonn, aceptó la posición, que podía parecer una posición bastante precaria; pero la dificultad fue eliminada por su nombramiento como extraordinario profesor en Bonn, de donde se ausentó durante dos años, de manera que podría reanudar su carrera en Alemania si su carrera inglesa fuera insatisfactoria.
Afortunadamente el college tuvo más o menos éxito, debido en gran parte a su entusiasmo y energía, y muchos de los hombres que se educaron allá posteriormente dejaron huella en la historia de la química.
En 1864 volvió a Bonn, y en el año siguiente fue elegido para suceder a Eilhard Mitscherlich como profesor de química y director del laboratorio en la Universidad de Berlín.