Los «saqueadores» están representados por la clase política (místicos del músculo) y los cultos religiosos (místicos del espíritu) que piensan que toda actividad económica debe estar regulada y sometida a una fuerte imposición fiscal.
El líder de este movimiento es un misterioso personaje llamado John Galt, a la vez un filósofo y científico.
Galt, desde su escondite en las Montañas Rocosas, da órdenes, sugiere iniciativas y mueve todos los hilos.
En su ficción, Ayn Rand, intenta mostrar que los Estados Unidos no podrían subsistir sin la razón y la creatividad individual, expresada en términos materiales con el ejercicio del comercio libre.
En esta novela, Ayn Rand expone la filosofía del objetivismo en una historia que integra: ética, metafísica, epistemología, política, economía, estética y amor.
[3] En la revista estadounidense Saturday Review, Helen Beal Woodward dijo que la novela había sido escrita con un «virtuosismo deslumbrante» pero estaba «atravesada por el odio».
¿Es Supermán -en la historieta o en la versión nitzscheana?»[6] En la National Review, Whittaker Chambers calificó la obra como "sophomórica" (de un estudiante de segundo año) y «notablemente tonta», añadiendo que solo «devaluando el término podría ser considerada como una novela».
A continuación citados los personajes que desfilan por la novela (la descripción no incluye "spoilers" y puede ser usada mientras se lee el libro por primera vez): [Nota 1] -¿Quién es John Galt?
Eddie le describió la situación de la línea Río Norte: en los últimos 6 meses no habían cumplido ni una sola vez con el horario; Orren Boyle le había notificado que no podían entregarle los nuevos rieles como lo habían prometido; la competencia Phoenix Durango les estaba quitando todos los clientes, entre ellos la petrolera Wyatt.
Dagny entró en la oficina de James Taggart y se sentó frente a él.
Owen le respondió que lamentablemente no podía aceptarlo porque se retiraba de la empresa por motivos personales.
Un hombre solitario lo observaba todo, era el inicio del primer pedido de metal Rearden que la empresa iba a atender.
Vio como vertían el metal en una hilera de moldes que esperaban ser llenados.
Alrededor de la chimenea estaban su esposa Lillian, su madre, su hermano Philip y Paul Larking, un amigo.
Finalmente le preguntó por su hombre de Washington, debería preocuparse y luego dijo ¿quién es John Galt?.
Phil le dijo que estaba agotado, había estado visitando personas para recaudar fondos para los Amigos del Progreso Mundial, necesitaban 10,000 dólares.
Estaban reunidos James Taggart, Orren Boyle, Paul Larkin y Wesley Mouch.
Orren le explicaba a James que tenían todo planeado para fabricar los rieles, pero factores insospechados lo impidieron.
James explicó que su hermana había convencido al directorio de cancelar el contrato con ellos.
En la sociedad industrial ninguna empresa podía triunfar si no compartía los problemas que afectaban a las otras.
Encabezaba una enorme organización que había devorado a muchas compañías más pequeñas.
Lo cual probaba, tal como le gustaba decir, que la capacidad individual aún tenía posibilidades de ser exitosa en el mundo.
Luego Orren le comentó a James Taggart que el metal Rearden era un fraude colosal.
Taggart le preguntó a Boyle cómo estaban las cosas en México, ¿en las minas de San Sebastián?.
Daggny nunca aspiró a la presidencia, solo le interesaba el departamento de operaciones.
Lo primero que hizo James Taggart al asumir la dirección de Transcontinental fue la construcción de la línea San Sebastián, relacionada directamente con Francisco d'Anconia conocido como el rey mundial del cobre quien había heredado su fortuna a los 23 años y ahora a los 36 años cotinuaba siendo famoso no solo como el hombre más rico, sino que también como playboy.
La línea Río Norte estaba por colapsar precisamente cuando más necesarios se hacían sus servicios.
Entonces Wyatt transfirió el transporte de su petróleo a Phoenix-Durango, empresa ferroviaria desconocida y pequeña, que con este contrato saltó hacia las alturas creciendo a medida que lo hacía Wyatt Oil.
Su reparto incluye a Taylor Schilling (Dagny Taggart), Edi Gathegi (Eddie Willers), Michael O'Keefe (Hugh Akston), Paul Johansson (John Galt), Patrick Fischler (Paul Larkin), Jsu García (Francisco D'Anconia), Matthew Marsden (James Taggart) y Grant Bowler (Henry Rearden), entre otros, aunque fue objeto de numerosas críticas por no representar la esencia de la novela.