El atentado contra El País se produjo en un ambiente social y político marcado por la evolución del régimen franquista hacia una monarquía parlamentaria.
Las Cortes habían elaborado un texto definitivo de carta magna, que iba a ser votado el día 31.
Concretamente, eran recientes los atentados con paquete-bomba en las redacciones de Diario 16 y el Papus, además del asesinato del periodista José María Portell a manos de ETA militar.
Se hallaban en una pequeña sala, donde examinaban el correo recibido, para posteriormente clasificarlo y distribuirlo.
Como resultado de la explosión Barranco sufrió algunas heridas leves y Sampedro resultó gravemente herido (Sampedro perdió la mano izquierda, parte de la derecha, un ojo y parte del intestino).
Barranco, el herido menos grave, pudo salir a mediodía, tras ser reconocido por los médicos.
Otra llamada por la noche a la delegación de Efe en Barcelona reivindicaba el atentado, en nombre de la Triple A, y amenazaba con nuevas acciones contra las revistas Cambio 16 e Interviú.
(Agencia United Press International)[12] y la radio francófona de Bélgica.