Los torpedos del U-47 abrieron un boquete de nueve metros en el Royal Oak, que no tardó en hundirse.
Desde la Primera Guerra Mundial, los submarinos alemanes habían intentado penetrar en la bahía, ya que era prácticamente imposible hacerlo por aire por las condiciones de niebla.
En 1918 el SM UB-116 de Von Emsmam lo intentó, pero fue detectado y hundido con toda su tripulación.
Fue así como ese año comenzó la "Operacón Baldur"[1] nombre cifrado del ataque a Scapa Flow.
Allí pasa un año vendiendo artículos de relojería y aprendiendo del oficio.
En 1929 pasa a Suiza con el nombre de Albert Oertel, decisivo para poder pasar al año siguiente al Reino Unido a vivir cerca de Londres con pasaporte suizo; su verdadera identidad estaba ya oculta.
Además, un día despejado de octubre, unos aviones sobrevuelan la zona y localizan el punto dicho.
A las 19 h toma rumbo noroeste dejando la aurora boreal que había al norte.
El submarino hacia la una, lanzó sus torpedos de propulsión eléctrica, que no producen burbujas y uno tocó al Royal Oak en proa.