Asesinato de Gabriel Fernandez

Los responsables que llevaron a su muerte fueron su madre Pearl Fernandez y su novio Isauro Aguirre.

[1]​ Pearl Fernandez e Isauro Aguirre fueron acusados y condenados por asesinato en primer grado con circunstancias especiales de tortura.

[4]​ Vivió con sus abuelos hasta 2012, cuando su madre, Pearl Fernandez, y su novio, Isauro Aguirre, recuperaron la custodia del niño a pesar de las preocupaciones expresadas por la familia por su bienestar.

[6]​ Según los fiscales, Aguirre supuestamente estaba motivado para abusar de Fernandez porque creía que era gay.

[6]​ El cuerpo del niño tenía numerosos huesos rotos, que según su madre se debieron a una caída.

Además, Fernandez tenía cargos pendientes en su contra por amenazar con apuñalar a Arnold Contreras.

La psicóloga clínica Deborah S. Miora afirmó que Fernandez es "prácticamente incapaz de utilizar los pensamientos para guiar su comportamiento y controlar sus reacciones emocionales".

[17]​ Aguirre repitió dos grados en la escuela y finalmente abandonó los estudios, lo que implica un posible problema de aprendizaje.

[18]​ Trabajó para el Hotel de Retiro Woodland Park, donde fue cuidador y conductor.

El personal del centro lo apodaba "Shaggy", que era, según Weisbarth, un término cariñoso.

Además, se les dijo que el juicio implicaba "extensas lesiones internas y externas" de la víctima.

[20]​[21]​ Cuando comenzó el juicio, los miembros del jurado recibieron detalles sobre los extensos abusos que sufrió Gabriel en los meses previos a su golpiza fatal.

[19]​ Su abogado defensor John Alan argumentó que Aguirre era considerado "amable" y "compasivo" durante su empleo en el centro de jubilados y que nunca había cometido un delito antes de conocer a Pearl Fernandez.

[24]​ Los cargos sin precedentes tuvieron consecuencias significativas, que incluyen hasta once años de prisión.

Las llamadas relacionadas con preocupaciones de abuso infantil comenzaron a ocurrir entre los años 2012 y 2013.

Gabriel también afirmó que le habían disparado en la cara con una pistola de aire comprimido.

Su maestra continuó llamando a la línea directa de bienestar infantil y le dijeron cada vez que un trabajador social verificaría al niño.

Children's Hospital Los Angeles donde murió Gabriel Fernandez.