Asedio de Atella
El Gran Capitán consideraba necesario asegurar la retaguardia antes de iniciar una empresa tan costosa, pero aceptó ponerse en camino.La batalla fue corta, ya que las tropas francesas estaban probablemente desmoralizadas por las continuas derrotas.Los gascones rompieron filas y huyeron sin orden ni concierto, mientras que los suizos optaron igualmente por retroceder hacia la ciudad.Salió entonces de la ciudad la caballería pesada gala, y el Gran Capitán reagrupó todas sus fuerzas para hacerle frente.Tras un nuevo choque, aquella fue cediendo terreno, y finalmente optó por refugiarse en la ciudad, logrando así los españoles apoderarse de los molinos.