Asamblea Nacional Constituyente

La Asamblea tomó innumerables medidas que cambiaron profundamente la situación política y social del país.

El Tercer Estado, que contaba con el doble de representantes que los otros dos, descontento con el sistema de votación por estamentos, es decir, un voto por Estado, pedía una votación por personas para poder sacar adelante sus propuestas.

Los intentos del rey y del Segundo Estado para disolver la recién creada Asamblea Nacional, llevaron al primero a clausurar el 20 de junio la sala donde la Asamblea se reunía para sus deliberaciones.

Allí pronunciaron el Juramento del Juego de Pelota, prometiendo permanecer unidos hasta dar una constitución a Francia.

[1]​ El Primer Estado, el clero, estaba formado, según Louis Madelin, historiador francés, por 266 miembros de los cuales 48 eran prelados.

El Segundo Estado, la nobleza, estaba formado principalmente por nobles cortesanos, estando la representación militar limitada a una treintena de oficiales superiores.

El rey se dirigió a la Asamblea Nacional para pedirles acción ante los sucesos en la capital.

Se acuñó una medalla para conmemorar el día, y la Asamblea declaró a Luis XVI "Restaurador de la libertad francesa".

Por aquel entonces, aunque la Asamblea funcionaba como auténtico poder legislativo en Francia, no existía un modelo en el que fundar un nuevo gobierno.

Fuera de la asamblea, y principalmente en París, la cuestión del veto causó una gran excitación.

Finalmente, el veto suspensivo fue aprobado, por lo que el rey podría demorar la sanción de una ley como mucho dos legislaturas.

El rey accedió y la familia real se trasladó al parisino palacio de las Tullerías.

Esta decisión no contentó a muchos, como Mounier o Lally-Tolendal que, ya descontentos con el curso de la Revolución, optaron por abandonar la Asamblea y emigrar.

Solamente los sirvientes y jornaleros que no tenían propiedades ni renta quedaron excluidos.

[38]​ Maury señaló la dificultad de ejecución del proyecto, recordando a los diputados lo ocurrido al confiscar los bienes de los jesuitas: se esperaban grandes riquezas y se obtuvo lo justo para alimentar a los ex-jesuitas.

[41]​[42]​ Para conseguir generar efectivo rápidamente, se introdujo una nueva moneda, los asignados (Assignat), respaldada por las tierras confiscadas.

Este sistema fue muy eficaz para la venta de las tierras eclesiásticas, aunque produjo una gran inflación.

Esto produjo una gran caída de su valor, llegando a cambiarse en la época del Directorio 3.080 francos en asignados por 20 en oro.

[47]​[48]​ Esta situación hizo surgir en la Asamblea la cuestión del derecho real a la paz y la guerra.

La decisión se pospuso para el día siguiente, en la que se resolvió, gracias a Mirabeau, agradecer al rey el armamento de los buques y aplazar para los días venideros la discusión sobre a quién pertenecía el derecho de declarar la paz y la guerra.

La cuestión cogió por sorpresa a los nobles asistentes, ya que no era costumbre proponer cuestiones importantes en las sesiones de tarde y, por supuesto, ninguna que no figurase en el orden del día.

[51]​ Las proposiciones se sucedieron unas a otras: la supresión total, aplazar la cuestión para poder realizar un estudio detallado, prohibir solo el uso de blasones, etc.

[52]​ Los nobles asistentes intentaron tomar la palabra, pero no pudieron debido a la gran excitación con la que se pedía la votación.

[53]​ Al proceder a la misma, la Asamblea acordó que "la nobleza hereditaria queda suprimida para siempre", incluyéndose en dicha prohibición la de hacer usar librea a los criados o el uso de escudos y blasones nobiliarios.

Esto le hizo comprender definitivamente que era prácticamente un preso en París, bajo la vigilancia de La Fayette.

[58]​ La Asamblea censuró la carta y defendió públicamente que el rey había sido secuestrado.

Pétion argumentó en contra de la declaración, recordando que el rey era un ciudadano y funcionario público.

Sesenta diputados, encabezados por el entonces presidente Thouret, llevaron el 3 de septiembre al rey la Constitución.

[74]​ Al día siguiente, la Constitución entró en vigor, dando el poder a la nueva Asamblea Legislativa.

La Asamblea Nacional Constituyente se reunió en tres lugares distintos en sus dos años de existencia:[75]​

El Juramento del Juego de la pelota según Jacques-Louis David .
Honoré Gabriel Riquetti , conde de Mirabeau, una de las figuras más destacadas de la Asamblea.
La marcha hacia Versalles de las mujeres de París.
Caricatura de la época sobre la prohibición de las órdenes religiosas. 16 de febrero de 1790.
El regreso de la familia real a París el 25 de junio de 1791. Dibujo de Jean-Louis Prieur.