Bruno I de Colonia

El año 951, Otón le nombró capellán oficial de su corte.

Al designar a Bruno para el cargo vacante, Otón se aseguraba un poderoso aliado contra Conrado en Lotaringia (la mayor parte de la Lotaringia quedaba dentro del territorio de la archidiócesis), justo en el momento en que más falta le hacía tener un aliado.

Bruno sería el último duque que tuviese bajo su poder toda la Lotaríngia: el 959 dos nobles, Godofredo I y Federico I, fueron designados respectivamente margrave de la Baja Lotaringia y de la Alta Lotarangia.

Los dos ducados sólo volverían a estar unidos durante un breve periodo, entre 1033 y 1044, con el duque Gotelón.

Bruno murió en Reims el 965 y fue enterrado a las afueras de Colonia en la iglesia del monasterio de San Pantaleón, que había sido fundado por él mismo.

Bruno hizo trasladar el 964 las reliquias de san Patroclo desde Troyes y las hizo enterrar en Soest, donde aún hoy en día se venera a este santo.