[2] Habitaban bosques húmedos donde los reptiles, anfibios e insectos abundaban,[2] y podrían alimentarse de los musgos y la vegetación putrefacta que encontraban a su paso entre la maleza de helechos.
No obstante, es razonablemente cierto que podrían haber tenido unas poderosas y afiladas mandíbulas.
Aparecen como columnas largas y paralelas de pequeñas huellas, que demuestran que el animal se movía rápidamente por el suelo del bosque, virando bruscamente para evitar obstáculos, tales como árboles y rocas.
Esto haría a la artropleura vulnerable frente al ataque de grandes peces y anfibios.
Fuera del agua una artropleura adulta podría haber tenido pocos enemigos.