Una de las principales razones, es porque la ciudad ha atraído la migración desde diversas partes del mundo, trayendo consigo estas artesanías.
Si bien hay artesanías hechas en la ciudad, la capital es más conocida por vender y promocionar artesanías de otras partes del país, tanto mercancías finas, como otras muy tradicionales y bajo costo, en puntos de venta desde tiendas finas hasta mercados callejeros.
Esto dio inicio a la combinación de influencias nativas y europeas en dicho oficio, especialmente en la estética.
[1] Las artesanías continuaron produciéndose en el Valle de México, aunque algunas, desaparecieron al igual que las materias primas.
La Revolución Mexicana promovió la migración hacia la ciudad, la cual continúa hasta hoy en día, trayendo artesanos con nuevos productos y/o técnicas.
Originalmente, las piñatas eran creada con ollas de barro, tradición que hoy en día se conserva en algunos lugares, pero más a menudo las piñatas están hechas con cartonería, en una amplia variedad de formas y tamaños.
Diseñado para representar a Judas Iscariote como la personificación del mal, tradicionalmente estas están en forma de demonio, encendiendo los fuegos artificiales incluidos en la figura.
En la actualidad, estas figuras pueden estar representadas en otras formas, ya sea criaturas fantásticas, pero más a menudo en forma de personajes famosos, que han sido desaprobadas por la gente por una razón u otra.
[4][1] El trabajo de metales finos y piedras semi preciosas sigue siendo importante aquí y tiene su origen en la época prehispánica, cuando la ciudad se convirtió lo suficientemente potente para recibir estos bienes como artículos de tributo.
Su trabajo incluye productos de vidrio combinado con otros materiales tales como metales.
Las artesanías que se venden aquí reflejan la división entre el trabajo tradicional y los realizados económicamente, sobre todo como los objetos curiosos para los turistas.
[1] La mejor de las artesanías mexicanas, generalmente producidas para coleccionistas, se encuentran en tiendas especializadas y puntos de venta patrocinados por el gobierno, como los operados por FONART, que ha recibido los compradores famosos, entre ellos Bill Clinton en 2012.
Estas tiendas contienen piezas auténticas de los artesanos más destacados del país.
Maneja una amplia variedad de productos, desde joyas y juguetes hasta muebles.
Los dos pisos superiores tienen artículos más grandes, así como sombreros y mecanismos para los charros.
[3] La ciudad cuenta con varios eventos relacionados con la artesanía, tales como el Festival Nacional de Artesanías (Feria Nacional Artesanal) en Coyoacán y una Feria Cartonería para preservar y promover el arte en la ciudad.