Su cronología abarca aproximadamente desde 29000 a. C. a 1500 d. C., época en que parte de la civilización indígena fue destruida por la invasión europea.
Es indiscutible que la civilización mesoamericana evolucionó al margen de Europa, y también, probablemente, del mundo oriental.
Están ejecutadas con un acusado sentido naturalista: los labios abultados y la expresión ceñuda les confieren una tensión inquietante.
De manera más detallada se puede afirmar que este período abarca tres épocas: Sólo existieron comunidades tribales igualitarias.
Todas las ciudades mesoamericanas del Clásico se construyeron siguiendo un modelo cósmico, en estrecha relación con los movimientos de los astros en el horizonte.
*Oaxaca Monte Albán en primer lugar, seguido de otros centros como Huijazoo, Zaachila, Jalieza, Macuilxóchitl, Lambityeco, Yagul y Mitla.
Más conocida es la difundida civilización maya, cuyas realizaciones artísticas se hallan muy relacionadas con la lluvia y la fecundidad del suelo.
El período posclásico coincide con el surgimiento de las teocracias militares: mixtecos, toltecas y aztecas, estos últimos los más conocidos.
En consecuencia, su arte escultórico es brutal y a menudo de lúcida e inquietante expresividad.
El arte azteca se manifiesta en particular en sus monolíticas esculturas, de una expresividad terrorífica, tallas muchas veces con extraordinario primor en las piedras más duras.
Aunque los pueblos del Postclásico fueron artesanos maravillosos, no utilizaron los metales con fines prácticos, sino únicamente en la fabricación de joyas y adornos.
Recios guerreros profesionales, que tomaban sus nombres de animales, como coyote, jaguar y águila, condujeron la tribu a México.
El primero, conocido como estilo mazapán, se caracteriza por su decoración de líneas onduladas paralelas, pintadas con engobe rojo o blanco.