Arsenio de Trigolo

Es venerado como beato en la Iglesia católica, cuya fiesta celebra el 10 de diciembre.

Allí se mantuvo por dieciocho años, hasta que por un malentendido con sus superiores, le pidieron abandonar la compañía en 1892.

Quizás motivados por la amistad con los obispos Scalibrini y Bonomelli, quienes tenían problemas con el Vaticano por causa de la «Cuestión romana».

Las religiosas de este instituto ven en Giuseppe Migliavacca a su propio fundador y organizador.

Fue durante su dirección que se trasladó la curia general de la congregación a Milán.