Entre varios autores el que ayudó a consolidar el término fue el arquitecto Edward Mazria en 1978 con su libro The Passive Solar Energy Book[1] resultado de sus investigaciones en el período 1975 a 1977 en la Universidad de Nuevo México.
La arquitectura solar pasiva es solo una pequeña parte del diseño de edificios energéticamente eficientes, que a su vez, es otra parte del diseño sostenible, aunque estos términos a menudo se utilicen erróneamente como sinónimos (la arquitectura solar pasiva no se relaciona con conceptos como ventilación, enfriamiento por evaporación, o análisis de ciclo vida).
Esto está cambiando radicalmente en Europa, donde se desarrollan ventanas superaislantes que ayudan a implementar el estándar alemán de casa solar pasiva.
La ganancia solar indirecta es la que se obtiene a través de la piel del edificio, que ha sido diseñada con una masa térmica (como un tanque de agua o un muro sólido recubiertos por un cristal).
El calor acumulado por esta masa es cedido al interior del edificio indirectamente por conducción o convección.
Continuamente fueron apareciendo nuevas construcciones en el ámbito rural o en suburbios urbanos por parte de comitentes entusiastas.
Una pared orientada al ecuador puede recibir los rayos del Sol durante el día, acumular el calor y desprenderlo por la noche.
Maquinaria mínima: una casa solar pasiva pura, no debería incorporar ningún elemento mecánico o eléctrico para ser considerada como tal.