Las tipologías propias del budismo tibetano se desarrollaron gradualmente desde nichos y salas rituales hasta complejos de edificios independientes.
Las casas de civiles suelen tener dos pisos; el primero es destinado para el ganado, mientras que la familia vive en el segundo.
Muchas de estas estructuras están construidas orientadas hacia el sur en sitios elevados y soleados.
[2] Las ventanas suelen ser pequeñas para paliar el clima soleado y de temperaturas variadas del Tíbet.
La parte superior cuenta con un alero cubierto con telas a rayas rojas, blancas y azules.
Estos colores representan a los espíritus que están sobre el cielo, en la tierra y bajo esta con el objetivo de obtener su protección.
[2] Los materiales típicamente empleados en la construcción de edificios en el Tíbet son abundantes en la zona, e incluyen la piedra, madera, cemento y tierra.