[2] El pelaje de yak se caracteriza por su retención del calor —incluso estando húmedo—, durabilidad y elasticidad.
Finalmente el pelo pasa por un proceso de limpieza y se transforma en hilos.
[4] La lana se recolecta después del invierno, antes de que los yak la muden.
Como regla general, las fibras procedentes del pelaje interior se utilizan para la producción de hilados.
Tras repetir este procedimiento hasta en diez ocasiones solo restan el 40 % de las fibras recolectadas.
Para obtener la longitud óptima, los nómadas peinan el cabello y luego lo hilan; durante este proceso, el telar determina el ancho y la altura de los componentes de la tienda, para que posteriormente los hombres los cosan entre sí con fuerza.